jueves, 17 de enero de 2013

¿Gusta un pemol?




Mientras la incertidumbre hizo eco en muchos el pasado 21 de diciembre, otros apostamos por la palabra. Desde una céntrica cochera de la ciudad, esa noche fría el motivo de reunión fue la celebración de nuestra permanencia en el mundo. La temperatura calaba y sin embargo prendió el entusiasmo de seguir, así que este 2013 continuaremos reuniéndonos y compartiendo la voz, abriendo espacios para la poesía. Insistiendo en que estamos aquí.
La primer lectura del año estará a cargo del escritor residente en Ciudad Mante, Carlos Acosta, quien se suma a Poesíaporvenir del fin del mundo al primer verso, para presentar su más reciente libro: El zarzo de los pemoles.
Desde 1992 con la publicación de Textos Primerizos, Carlos asume su destino en la literatura, que lo llevaría luego por Sucede a Diario (1996), El Suburbio de los sueños (1997), Escabar (1999), Espiral de luz (2003), Campana en la niebla (2004), El hombre de los Abrazos (2005), Marotas (2006), En Memoria de estos años (2007), Entrañables (2008), Décimas (2011) hasta llegar al pasado verano cuando salió del horno su decimoprimer ejemplar: El zarzo de los pemoles.


El nombre del poemario cuenta el autor, lo murmuró Esperancita, como siempre ha llamado él a Esperanza del Carmen, su pareja. Y así, amasado con los días y los años, el libro está integrado por cinco estancias que comienzan al Despuntar del Alba y concluyen Desde las ramas de una tima.

La dedicatoria nos remite a Tampemol (lugar de panes), nombre ancestral del ahora Antiguo Morelos, sitio de nacimiento del poeta que lo nombra: Origen del sueño.
Todo inicia en ese pueblo, lugar primero, y crece hasta la distancia, se guarda, vuelve, es evocación, son versos. La historia de un hombre, su familia, sus árboles, su cielo, sus preguntas, sus certezas. Todo es intimidad en la voz del poeta.
Desde el preludio, el zarzo es una obra coloquial y narrativa en donde Acosta muestra el tono madurado de su voz: cuando el canto de los gallos desgarró la aurora/ cuando yo todavía no andaba en esta tierra/ naciste tú pemol…
Y Pemol, esa rosquilla huasteca, pasa a ser el alter ego de Carlos, el personaje ora ficticio, luego tan real que se antoja su reflejo. También el nuestro.
Pemol es el canto a los fundamentos de un corazón, urdimbre de palabras de harina de maíz: polvo del que se forman los recuerdos.
Venga a probar, estaremos este sábado 19 de enero en la cochera del 15 Juárez y Zaragoza a partir de las 7 de la tarde. Es la primera del año y viene Carlos con su Zarzo de pemoles. Es literal, él traerá pemoles para compartirlos con usted mientras escucha su poesía. Yo prepararé el café. Lo estaremos esperando.
Columna publicada en el periódico Expreso de Cd. Victoria y La Razón de Tampico, Tamaulipas. 
Portales electrónicos: Gaceta.mx y La Región Tamaulipas.
 Publicado el  17 de enero, 2013.

No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.